viernes, 16 de julio de 2010

Crónica de una renuncia


Cada día se viven nuevas experiencias, nuevos retos, en muchos casos se vive una rutina donde cada uno se debe tragar sus palabras y su orgullo para seguir teniendo un puesto de trabajo, pero… ¿En verdad vale la pena tener una santa paciencia?
En nuestro país, y también seguro en muchas partes del mundo, la gente que logra formar una empresa, se dedica en sus inicios a dar el mejor servicio, lo más novedoso, lo exclusivo, pero una vez que alcanzan un nivel de éxito, en muchos casos, la avaricia puede más…

Vayamos a un ejemplo mas personalizado, en este caso, un colegio que tiene más de diez años de funcionamiento. Al parecer hay éxito, se gana un prestigio, y en un negocio dedicado a la educación, quienes logran esa producción son los profesores. Aun así, este colegio de manera curiosa decide cambiar casi en su totalidad a la plana docente. Logran contratar un nuevo grupo de docentes jóvenes, todos con ganas de trabajar, ofrecen un sueldo algo mas elevado al promedio, sin exagerar, tal vez 50 ó 40 soles más que el resto de colegios de la zona. El primer mes, cumplen con las expectativas del trabajador, brindándole una especie de seguridad, van pasando los días del segundo mes, todo va con tranquilidad, pero la dirección del colegio decide cambiar las normas de juego, nadie se queja porque parece razonable, llega el fin del segundo mes, y algunos se dan cuenta que han ganado algo menos que el menos anterior, deciden esforzarse y no dar razones de queja a los empleadores. Durante el tercer mes, la dirección decide volver a cambiar las normas de juego, intercede en las aulas de los docentes, además algunos al notar la situación, deciden tomar partido por los empleadores, buscan la simpatía de los jefes exagerando las cosas sobre sus colegas, deciden intercedes también en el aula de clase, la primera impresión es como si fuera un apoyo, poco después te das cuenta que en realidad te tienen en la mira por ser alguien que evita los conflictos para tener un buen ambiente de trabajo. Se trata de seguir sobrellevando todo, cada día pensando en quien te estará mirando y que dirán luego de ti ante los jefes, se llega al final del cuarto mes, el pago es retenido, la excusa es que faltaste a las normas que fueron modificadas de nuevo, cualquier docente se da cuenta que los planteamientos son ridículos, sin embargo los demás callan su posición y son mudos testigos, de cómo un trabajador tranquilo se exaspera debido a los supuestos descuentos y que además se le considera un mal ejemplo a seguir, la paciencia ha llegado a su limite, decide renunciar.

Es así como mucha gente decide hacer negocio, aburre al trabajador prácticamente lo hace renunciar, muchos se las aguantan, porque detrás de un puesto siempre hay alguien mas desesperado que uno mismo y con menos orgullo, finalmente quienes ganan son aquellos que por haber logrado cierto nivel de poder o prestigio, hacen y deshacen sin importar a quien puedan dejar mal.


El trabajo existe, pero no es fácil llegar a este, es todo un reto que cualquiera debe estar dispuesto a alcanzar, solo hay que seguir teniendo paciencia

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